lunes, 19 de diciembre de 2016

REUNION MES DE DICIEMBRE 2016

Finalmente llegó el mes de Diciembre y nuestro lindo grupo se reunió en casa de Goyo y Julia  para celebrar nuestra última reunión del año. Asistimos 24 entre damas y barones, la comida estuvo de primera  incluido un postre de maravilla.Para sorpresa nuestra tuvimos la presencia de nuestro amigo " Chirimbil " quien nos visitó desde Canada, el resto eramos los de siempre, con las excusas de Mario Cruchet  y Jajambo los cuales no han podido asistir regularmente. Para los meses de Verano tenemos agendada una reunión en la parcela de los Olivares-Collado, pronto nos pondremos de acuerdo con el día y la hora.

Ahora a disfrutar de las fotografias



















lunes, 28 de noviembre de 2016

REUNION MES DE NOVIEMBRE

L









reunión del mes de Noviembre se realizó en la casa de nuestro buen amigo Miguel Fortt Zanoni y con la cooperación de  su esposa Pia  más su hijo menor Felipe todo resultó un éxito. Nos juntamos 26 amigos de la época de los sesenta  y disfrutamos de una hermosa y tierna tarde de amistad.Saludos.PETER

jueves, 17 de noviembre de 2016

ADIOS A UN AMIGO

Según las  leyes de la vida , todo lo que nace tiene que morir, pero nosotros los humanos  no siempre estamos preparados  para esta parte de la vida  y más aún  luchamos hasta el último momento para no irnos de este mundo.
Hoy le correspondió  a nuestro amigo Ramiro Angulo Saguas, exitoso profesional titulado en nuestra querida U.T.E  de la Serena en la especialidad de mecánica, presidente  del centro de alumnos, presidente de nuestro querido Circo Minero  y  últimamente  presidente de la Corporación de amigos y ex-integrantes del Circo Minero.

Ramiro, tus amigos  te saludan y te deseamos un   tranquilo  viaje al más allá, sólo nos llevas la delantera, ya que pronto  nos tocará a cada uno de nosotros hacer el mismo viaje .Mientras estuviste entre nosotros  entregaste  desinteresadamente  parte de tu valioso tiempo  en guiarnos  por el camino de la  responsabilidad y el sacrificio y durante toda tu vida luchaste  por los valores  y tus creencias  sin claudicar  un sólo instante .
Hoy que tenemos que despedirte lo hacemos con  la   suerte  de haberte conocido y haber compartido parte de tu vida, seguramente tu familia se sentirá muy  orgullosa de ti y en forma especial tu hijo quien será el encargado de trasmitir a las futuras generaciones  tu legado.

La familia circense y los ex-estudiante de nuestra querida Universidad  te despiden  de todo corazón  y  te recordaremos  tal como siempre fuiste, fiel a tus principios y un buen amigo , Adios querido amigo Ramiro , descansa en paz .

martes, 15 de noviembre de 2016

LAMENTABLE PERDIDA

Lamentamos la partida de nuestro querido amigo : Ramiro Angulo Saguas , el cual fue presidente del circo minero los años 1968-1969 y posteriormente fue nuestro primer presidente de la corporación de amigos del circo minero. Nuestra comunidad  se encuentra  muy dolida por esta irreparable pérdida y deseamos que su familia encuentre  pronto la resiganación.

sábado, 22 de octubre de 2016

CONTRIBUCION DE PATRICIO RIVERA CORNEJO

CUENTO 7.- PERRA VIDA ... VIDA DE PERROS. PAG 143.-144 y 145

CRONICAS DE UN WEICHAFE.

Eramos un grupo de amigos, más que amigos, estudiantes de la Universidad Técnica del Estado en la Serena, entre cordillera y océano.
Habíamos creado un circo, nuestro circo, una creación de los estudiantes de minas, único en el mundo entero, a cielo raso, un circo con estrellas, las del firmamento, en el estadio llamado " La Bombonera " , parecía una caja de bombones gigantes.Allí dábamos nuestras presentaciones ... nuestro espectáculo .Improvisando, fabricábamos nuestro material: la red, el trapecio, la cuerda, los cilindros, los mástiles, las roldanas, todo lo teníamos a mano en los talleres  de la Universidad.

Inventábamos nuestros números, buscando las peores dificultades, tomando riesgos increibles :" La escalera de la muerte " con la flaca , Lucy  Correa, y Marcos Barrantes . El número de equilibrismo, en "rola-rola" , estaba a cargo de "El Garrafa" .Pasaba "cocido" y mientras más cocido estaba , mejor realizaba su número, sin caerse jamás  de los cilindros que rodaban sobre una superficie de 50 centímetros cuadrados a una altura de dos metros , y sobre el cilindro , una tabla, cuya  dificultad aumentaba con otro cilindro, otra tabla, hasta llegar a cinco o seis.Me ponía tan nervioso que prefería mirar hacia el publico, ahogaba su grito en la garganta. mis compañeros acostumbrados a verlo curado, temían un accidente , pero su actuación era de gran calidad.Más aún , en la cumbre sacaba una botella del bolsillo y se " pegaba" el último trago.
"Ghandi", el "Fakir"  Claudio Contreras, estudiante de construcción civil , se atravesaba  rayos de bicicleta por  todo el cuerpo, incluso el sexo, en las sesiones privadas.
Y al trapecio el Flaco Salas , la Carmencita  Latorre y, como parador, el Rubio Caballero.
"El Zebra" , otro equilibrista  al que así  denominamos  porque era "medio rayado".
"Alberto  Rico " pero su verdadero nombre era Abel Torrico . su especialidad vera pararse en las manos , desafiando las leyes de la gravedad.Estudiante de Construcción Civil , era capaz de pararse en un dedo  sobre un palo de escoba , su número tambien era riesgoso, en la altura sobre cuatro botellas, una silla y sobre esta , otra , otra y otra , no podría decir cuantas, pero creo que era capaz  de llegar a tocar las estrellas.En una oportunidad se vino al suelo con todo , quedando abajo de una montaña de sillas.

El espectáculo de los "Tonies" : "Marraqueta", "Colisa"  y "Hallulla" ." !Ay que Nervios! " . Expresión que usaba en cada  aparición al "redondel" del Circo.Su consorte " El Burro Contreras" , sobrenombre utilizado no precisamente por sus orejas ; se cuenta que su instrumento llegaba hasta las rodillas en posición de descanso.
Despues estaban " El Rafaela " Zapata , muchacho esbelto afeminado , con una voz de tono agudo  y aflautado, que se mofaba del "Fleto" Raphael  de España , conocido cantante. Y el "Mojón de Playa", por lo negro y se

co.
"Mincha" Tapia , originario del pueblo que llevaba su sobrenombre , así logró hacer conocer este pueblo olvidado, convertirlo en capital de un pais imaginario ... fue presidente del sindicato de tonies.
Tambien presentamos a ""El Tenebroso", "Mefistófeles" Gonzalez, hipnotizador , su número era tal largo  y aburrido  que así lograba hacer dormir al publico.
Personajes todos que quedaron grabados en mi recuerdo por tantos años  y que hoy , por primera vez, los pongo en el papel."Parecieran extraídos  de algún sueño  o de una película  de Fellini o de Kusturica...

Al inicio , precedido siempre , ruido de tambores. Un rayo de luz en la pista y el "Señor Corales" en este caso "El  Pato" Cáceres, anunciaba:
-! Y ahora señoras, señoritas y señores, respetable público!... Aquí les presento nuestra celebre estrella !!! SACA PUNTA !!!...
Y  en éso aparece un perro ( el publico al verlo , se revolcaba de la risa ) Ese perro era horrible, pelado, sucio.Se suponía que era blanco, sus manchas negruzcas era de grasa, a él le encantaba meterse  debajo de los camiones y mientras más grasa  había, más contento quedaba.Su cabeza parecía  a la de una rata, su cola era pelada, como la de un elefante; su cuerpo era como el  de un mono, una oreja carcomida por las peleas con otros perros caía lacia, y para aguzar su instinto , lograba sólo levantar la otra, en cambio sus caninos estaban intactos ....pero lo más divertido era  "la punta" rosada y brillante , siempre afilada, fuera de su capuchón ... es por eso que lo bautizamos con un distinguido nombre " SACA PUNTA ".

Saca Punta era competente y profesional.El  sólo , habría podido reemplazar  todos los otros números.Los conocía todos, más eficáz  que el " Jongleur" de bastones y pelotas, más equilibrado que el artista de la cuerda floja, el que siempre se caía en  medio de su número, más elástico que un contorsionista ... más ligero que un trapecista y más divertido que un tony..
Pero sobre todo fiel y puntual.Nos dimos cuenta  de esas cualidades cuando desaparecía, justo la noche anterior  de las representaciones.Vueltos locos, toda la banda partía en su búsqueda y a veces esa busqueda se prolongaba durante toda la noche y volviamos desanimados y tristes , sin encontrarlo, ni en la Universidad de Chile, rival de nuestra Universidad; tampoco en el "Premier" , dónde acostumbraba  pasar a tomar pilsener. No sólo era conocido  en la Universidad, toda la ciudad sabía de el .."¿ Que sería del circo sin el ?".
Al final volvía , pero en la mañana, más pelado aún, ,las orejas en pedazos , más feo que nunca ,herido.Asomaba en el horizonte de  la calle que daba a la entrada principal de la universidad, en cuyos escalones los alumnos solían sentarse  en las horas de pausas.. Saca Punta, con su cola levantada , jamás entre las patas, él nos informaba su triunfo, sea con las perras o en las peleas. Seguro que era un mentirosillo, no siempre ganaba.
Iba por las novedades donde el " Estimado".Era el barrio frente a la U.T.E. lo bautizamos así , pues su propietarios quien nunca conocimos su nombre , le decía a todo el mundo: ! hola, mi "estimado" amigo, o ! mi " estimado" cliente ! !"estimado" alumno !, !"estimado" pensionista!, !"estimado" profesor!, !"estimado" vecino!.
No sólo  ibamos a tomar la fresca "escudo", el café con leche, o el "sanguche de potito", el "estimado" tambien tenía piezas para pasar el rato, jugar cacho o dominó  o cartas o jugar a otra "cosa".Pero dejemos de lado su biografía  y ocupémosno del famoso Saca Punta, a quien el "estimado" cuidadba y curaba sus heridas, lo invitaba a comer y a bebe..Por su puesto que no era agua, en general tomaban pisco con papaya y después  se hacían  confidencias  sobre mujeres y perras..........




lunes, 17 de octubre de 2016

REUNION MES DE OCTUBRE 2016

La linda reunión del mes de Octubre la realizamos en casa de Hugo Caballero Montoya, la carta indicaba : Pez a la leña, ensaladas a la mesa y torta .Un siete  para la Verito y Hugo  que se portaron  del one  con todos nosotros. Se acordó hacer la próxima reunión el Sábado 26 de Noviembre en el quincho del departamento del hermano de la Vero, la verdad es que no pudo asistir esta vez, pero el ya había tomado este compromiso con anterioridad.

 También  acordamos que nuestro grupo iniciará los contactos con varios de los que alguna vez pertenecieron a nuestro querido circo, para escribir la "HISTORIA DEL CIRCO MINERO ", partiendo del año 1947 cuando recién  daba los primeros pasos lo que sería finalmente  la gran institución que llegó a ser.










viernes, 9 de septiembre de 2016

CONTRIBUCION DE ALAN GOMEZ MICHEA

DIEZ AÑOS DESPUES

Estaba terminando de acodarme las calzas. Siempre me causaba un momento de duda pues, no era un artículo de uso común entre los hombres y de alguna manera me hacía sentir incómodo. Su forma ajustada a la piel hacía resaltar cada curva del cuerpo e incluso, los músculos, que se delineaban perfectamente me creaban una sensación de desnudez. Vestirse con ellas era, para el momento, todo un arte, ya que con cualquier manifestación de brusquedad se podían romper.
Concentrado en ello y ajustándome bien entre las piernas aquel milagroso calcetín que, de alguna forma abultaba y disimulaba mi mal criado órgano, resonó, filtrándose por entre el bullicio ensordecedor de mis compañeros con quienes compartía aquel viejo e histórico camarín de esforzados basquetbolistas amateur, el primer pitazo con que “el Señor Corales” ponía en alerta a la ‘troupe’.
Siempre sucedía lo mismo, el sonido agudo y estridente creaba una décima de silencio en todos para luego despertar una algarabía ensordecedora, mezclada de nerviosismo, en que voces agitadas, carreras de los retrasados, órdenes imperiosas, llamadas incesantes, desorden generalizado, ebullición ‘in crescendo’ de órdenes y contraórdenes ante el inminente inicio del espectáculo, ponía un clima de densa tensión en todos.
El momento tan ansiado estaba llegando.
Habíamos practicado todo el año, en horas de clases que nunca se recuperaron; en noches eternas en aquel galpón mal iluminado; ensayando e ideando mayores dificultades y mejorando los movimientos; dejando de lados los otros compromisos y abocándonos, cada vez con mayor dedicación, a medida que los días del estreno se aproximaban; preparándonos para hacer de nuestro número lo suficientemente atractivo ante las miradas inquisidoras y justas de quienes hacían de jueces, en aquel jurado compuesto de antiguos y expertos compañeros, que guiados por nuestro Director Artístico, daban su veredicto aprobando, dando consejos y seleccionando los números que superaban aquel primer examen. Era nuestro primer escollo.
Respiré profundo, tratando de aquietar la taquicardia que comenzaba a agitar mi pecho. Me senté sobre la ropa arrugada que ocultaban por completo la banca que delineaba el perímetro de aquel camarín, cerré mis ojos y dejé que el recuerdo invadiera mi ser, era inevitable, todas las veces era lo mismo, mi mente se proyectaba al pasado del que regresaba con energías inexplicables y un magnetismo lleno de positivismo.
Era difícil no recordar. Lentamente fui perdiéndome entre la niebla del pasado, mi entorno fue diluyéndose hasta desaparecer por completo, era como una regresión que me llevaba a verme hundido entre las sábanas ocre del aquel hospital pueblerino.
La oscuridad de aquella noche no era total. No podía ser total, pues, pequeñas luces blancas, verdes y rojas, parpadeaban intensamente de los monitores de sofisticados equipos que me vigilaban, junto a mi cama y que, monitoreaban mi estado casi inerte segundo a segundo, además, un fino haz de luna llena que se filtraba por entre los pliegues de la cortina y que me permitía recorrer con los ojos cada rincón de aquel cuarto, en que las sombras deformadas por aquellas débiles luces, iban creando imágenes que se abalanzaban sobre mí, oprimiéndome más mi atribulado corazón, evitando de paso, cerrar mis ojos por temor de que aquellas sombras se transformaran en fantasmas.
Aquel día en particular me sentía enormemente deprimido. Había despertado después de varios días inconsciente, no sabía cuántos. Traté de preguntar pero el esfuerzo de mover las mandíbulas me produjo un intenso dolor en alguna parte de mi cerebro, pero mi mente reproducía diálogos conmigo mismo, en que lagunas de respuestas inconclusas, no me permitían obtener la claridad de lo sucedido.
Habíamos salido de Santiago, íbamos al Valle de Elqui a reunirse con mi padre que trabajaba al interior, no llegaron, a pocos minutos de haber dejado atrás La Serena, una yegua con su potrillo se cruzaron en la vía, el choque fue inevitable y el pequeño auto en que viajábamos se precipitó al fondo de una pequeña quebrada.  No sentía nada, aunque estaba inmóvil aprisionado entre la silla y el tablero. A lo lejos escuchaba la voz de mi madre que me nombraba pero no lograba identificar la procedencia de su voz, luego fue todo oscuridad y silencio, silencio hasta esta madrugada que había recuperado el sentido.
Hubiese preferido seguir inconsciente.
Muchas personas con delantales blancos me visitaron. Sus conclusiones fueron claras. La falta de reflejos y la insensibilidad, debido al trauma por el golpe en la cabeza, me había dejado sin movimiento desde la cintura para abajo y con un mediano grado de dificultad en el habla.
¡Hubiese preferido seguir inconsciente!
Cerré mis ojos, movimiento que no pudo evitar mis lágrimas y me dejé arrastrar a un sopor que me aislaba de todo y de todos pero que no evitaba oír las conversaciones que se iban sucediendo junto a mi cama.
En el centro de la esfera que me había creado, como un invisible blindaje, escuché la llegada de mi padre que en medio de los saludos con algún médico, deslizó aquella frase que terminó por hundirme en aquel foso de negrura absoluta y del que me propuse no emerger jamás.
-“¿…alguien le dijo que su madre falleció en el accidente?” – la voz de mi padre era inconfundible.
-¡No, aún no! Creemos que usted es el indicado – le respondió alguien en un tono impersonal –. Espere que se recupere. Hoy está atribulado por haber conocido, luego de todos los exámenes que le hemos practicado, de su parálisis futura e irreversible.
Las voces se fueron alejando, creo, o yo me fui hundiendo más aún en aquel foso.
Dos largos, fuertes y agudos pitazos me sacaron de mi ensimismamiento, volviéndome bruscamente a la realidad.
-Segundo pitazo – me dije para sí. Las frecuencias de los pitazos eran irregulares, podían ser seguidos o distanciados por largos minutos, dependían de muchas variables y como tal, el tercero podía llegar en cualquier momento y por ese motivo, la agitación se transformó en nerviosismo.
De todos los camarines comenzaron a salir los estudiantes, ahora transformados en artistas, impecablemente vestidos, la mayoría con algún retoque de maquillaje, sobre todo las chicas que lucían sus cabellos peinados de acuerdo a su “número” y de su rostro, resaltaban las sombras coloridas y brillos que combinaban con el tono de sus trajes.
Era todo un desorden y un bullicio que de alguna manera ayudaba a aplacar el nerviosismo. El encargado del departamento artístico, se paseaba entre todos, con sus ayudantes, intentando poner orden y formar en una fila de acuerdo a la presentación de aquella noche. En algún rincón amparado por la poca luminosidad del sector, algunas noviecitas habían logrado superar el cordón de vigilancia o con complicidad de algún ayudante, trataban de calmar a sus novios-pololos con besos y apretones deseándoles suerte, debiendo soportar las bromas de algunos compañeros o las envidias de otros. En un rincón, casi desaparecido en la oscuridad, los tonys y payasos disfrutaban del sabor dulzón del contenido de un par de botellas de pisco – para darse valor y desinhibirse, decían -. Las instrucciones de último momento se mezclaban con masajes; los giros de una venda que faltaba; ubicar en el camarín equivocado parte de la vestimenta extraviada; abrir de golpe una puerta y encontrar a alguna muchacha o chico en paños menores, apresurados, tratando de colocarse sus trajes a última hora; ubicar a alguien en especial que no había llegado; vestir a un reemplazo para la presentación y pensar en desplazar su número para darle tiempo a llegar; traer a empujones a aquel que simplemente andaba curioseando la galucha en busca del familiar invitado o la novia retrasada; los menos, posando entre sus admiradores y sacándose fotos como recuerdo con alguien que no vería jamás.
Del otro lado de la frontera, simbolizada por la ‘Boca del Tony’, el público que había esperado pacientemente, también había escuchado el segundo pitazo y por ello, comenzaban a buscar sus asientos, acomodándose, comprar la última golosina, compartiendo sus mantas y ponchos, llamando a alguien de su grupo, haciéndose seña con sus amigos y los más, silbando y aplaudiendo, golpeando con sus pies los tablones de la galería, demostrando con ello su ansiedad para que el espectáculo comenzase. Las galerías y la platea totalmente llena, algunas personas de pie trataban de ubicarse en algún sitio que no estorbasen. Estaba todo dicho, el espectáculo que habían esperado un año, estaba por comenzar.
En los vértices del estadio que esa noche era un Circo, sendos reflectores jugaban con su haz cruzando el espacio hacia las estrellas haciendo aumentar la expectación y efervescencia. Los muchachos de la orquesta tomaban sus lugares, leían el programa y afinaban sus instrumentos con los temas asociados con  ligeros acordes y suaves redobles.
Alrededor de la pista y en lugares estratégicos, donde los cables de los palos mayores se cruzaban con algunos tensores, se iban ubicando los Ayudantes de Pistas, con sus chaquetas azules, color símbolo de la universidad y sus guantes colgando de alguno de sus bolsillos posteriores del pantalón, presto a ser parte del momento que se avecinaba.
Todo parecía en orden, poco a poco el público, los músicos de la orquesta del Circo y los artistas fueron guardando silencio…esperando…
Atrás quedaban horas de eternos y agotadoras jornadas de ensayos; horas de insomnio al repasar repetidamente cada detalle del “número” buscando en teoría lo que en la práctica le permitiera mejorar sus habilidades para perfeccionar la presentación; momentos de profunda atención para captar las enseñanzas del “maestro que egresaba; aprendizajes de concentración y relación.
Y en esos segundos o minutos tal vez, mis pensamientos se alejaron hasta aquella sala del hospital de paredes blancas, inmaculadas y agobiantes. Allí también era de noche aunque no había reflectores ni trajes relucientes, sólo silencio, que el ulular de alguna sirena, en alguna parte, rompía la quietud nocturna. En aquel lecho, de sábanas tan blancas como las paredes, yacía inerte, con los ojos cerrados sin demostraciones de que estuviese dormido, más bien, era un estado catatónico.
Mi mente…en blanco. Se había detenido cuando mis pensamientos luchaban por convencerme de que mi parálisis era todo una burda mentira, una pesadilla de la que pronto iba a despertar, pero, mis órdenes cerebrales se quedaban en el intento. Lo único diferente en mi quietud era el suave movimiento de mi camisón a la altura de mi pecho, todo lo demás, de una rigidez extrema y en ese estado nunca tuve la certeza cierta de lo que sucedió…
Por el rabillo del ojo noté que la puerta de la habitación se abría lentamente. Por ella, en un haz de luz brillante que me enceguecía, se recortó la figura de alguien que conocía a la perfección. Mi corazón dio un brinco, con rapidez mis manos buscaron proteger mis ojos inútilmente. Aquella persona avanzó, tomó de mis manos y tiernamente cubrió mis párpados con sus besos. Era cálidos sus labios, un calor diferente sentí que recorría todas las venas de mi cuerpo. Abrí los ojos, ya la luz no me molestaba y la pude ver, era mi madre, fresca, alegre, como si nada. Antes de que logase articular palabra, ella rompió el silencio.
-¡Hijo, no temas! –. Su voz era calmada y dulce -. Lo que te dijeron es cierto, yo ya no soy de este mundo, pero quería verte. Aquí me tienes. ¿Sabes quién me acompaña? Tu abuelita, mi madre, ella me esperaba en este tránsito inesperado.
En ese momento, junto a ella, se apareció la figura canosa de mi abuelita, tal como la recordaba, con su rostro cruzado de mil arrugas pero, de una sonrisa tierna y hermosa.
-¡Mamá! ¿Cómo es posible, si mi padre y los doctores me dijeron…? -. Tuve miedo de completar la frase -. ¡Dime que todo es un sueño!
-¡Hijo, de alguna manera lo es y de alguna manera no lo es! Es como esos cuentos de hadas que parecen ser de verdad. Es como la magia de un mago, que tu sabes que no es cierta, pero la ilusión te hace creer que es cierta. Es como esos sueños inalcanzables que se hacen realidad.
Si dudas era un sueño, aunque no una pesadilla, aunque me inquietaba. ¿Alguien lo creería mañana si lo cuento?
-Quiero que me acompañes, iremos a un lugar en el futuro, donde te verás a ti mismo en medio de un espectáculo maravilloso.
-Mamá, yo quisiera pero no puedo moverme, tengo mis piernas paralizadas desde el accidente y mi futuro…mi futuro será éste o una silla de ruedas.
-¿A ver? -. De un suave pero seguro movimiento, ambas retiraron mis cobijas dejando mis piernas inmóviles al descubierto - ¿Mira, sabes lo que tengo en mis manos? Es polvo, polvo de estrellas que te ayudaran.
Y sin esperar mis comentarios, dejó caer sobre mí, millones de partículas brillantes, en todo mi cuerpo, que al hacer contacto me produjeron suaves clavaditas en mi piel a la vez que sentía una corriente de energía divina y sin darme cuenta como, de pronto me vi de pié junto a mi madre y mi abuelita.
-Debemos darnos prisa – hablaba como si todo fuese de lo más normal –, ya está por comenzar -. Tomaron de mis manos y tirándome, avanzamos hacia la ventana y la cruzamos como si no hubiese existido nunca nada.
-¿Adónde vamos? -. Pregunté gritando en medio de la nada.
-¡Vamos a una carpa! La carpa más grande del mundo y del universo entero…
-Pero mi padre siempre ha dicho que debo tenerle miedo a los moradores de las carpas, porque están habitadas por gente mala.
-Hijo, en el mundo existen tres tipos de carpas, aquellas donde viven familias enteras porque es su forma de vivir, por lo general, pueblos nómades, y sus carpas son acogedoras, de colores vivos y hermosos, son gente buena, tienen familia e hijos, como nosotros; otras carpas, generalmente de colores verdosos, con figuras deformadas y opacas tratando de disimularse o pasar desapercibidos entre la naturaleza, se esconden, allí habita la muerte y quienes la moran, son los jinetes de la apocalipsis vestidos de humanos.
-¿Y a cual vamos nosotros? – pregunté lleno de curiosidad y dudas.
-Nosotros vamos a otra carpa, diferente a las que te mencioné. Allí abunda la alegría, el espectáculo, la amistad, el compañerismo, la confianza, la lealtad, la belleza, el amor; allí desaparece el egoísmo, el odio, la desconfianza, la rabia, la envidia, el desamor, los pensamientos negativos…
-¿Existe un lugar así…realmente?
-¡Por supuesto que sí! Es único en el mundo, sus integrantes son todos estudiantes universitarios que han unidos sus inquietudes artísticas y quitándoles horas a sus estudios, presentan cada año su espectáculo a la ciudad, para dar gracias a seguir existiendo y demostrar que donde hay unión, compañerismo y deseo, existe vida, alegría y amor.
“Demostrar con su entrega que a pesar de las guerras, allí existe la unión. Un lugar donde no se conoce el machismo ni el  feminismo ni el dogmatismo, donde no existe la enemistad por diferencias políticas, conviven todos los credos religiosos, no hay diferencias de razas ni de color de la piel. Allí se habla un solo idioma, es el idioma del corazón.
-¡Apresurémonos! ¿Ves aquellas luces que van y vienen, horadando el espacio y las estrellas y, las otras que se encienden y apagan?...Allí es…
-Pero…espera, tú me dijiste que era una carpa y yo no veo ninguna carpa, sólo luces y gente reunida en un estadio.
-Hijo, no hay que mirar las cosas con los ojos solamente, hay que aprender a hacerlo con el corazón también…
“Te dije que era la carpa más grande del mundo y del universo. ¿Verdad? Ahora que llegamos, mira hacia arriba. ¿Qué ves? Una eterna e infinita carpa de estrellas, sobre nuestras cabezas no hay una lona, hay millones de estrellas, todo el universo y el polvo que ellas generan, el mismo que usé en le hospital contigo, se concentra en este punto y… ¡Escucha! Justo están sonando los tres pitazos, los polvos de estrellas dan vida al maravilloso espectáculo del Circo…
Justo en ese momento reaccioné, no sabía decir si por instinto o fue sólo el sonido agudo de los tres pitos que anunciaban el inicio de todo.
Las luces del estadio se apagaron, las haces que giraban por el cielo se concentraron en la “boca del tony” y una voz grave, profunda, en “off”, anunciaba que el espectáculo estaba por comenzar. La voz del “Señor Corales” rompía el silencio expectante del anuncio y acallaba algún murmullo, cuando, a través de los parlantes, nítidamente, fuerte y claro sobresalía la voz que decía: “Señores y Señores, distinguido público…muy buenas noches. Los estudiantes de la Universidad Técnica del Estado, sede La Serena, presentan a ustedes, el gran Circo Minero 197…
En ese momento la Orquesta del Circo, irrumpía con los sones, con su versión, de la marcha “Bajo la Doble Águila, de J. F. Wagner”. Simultáneamente la guaripola, con su falda a medio muslo, se destacaba en la “boca del tony”, marcaba el ritmo y daba inicio al espectáculo con el desfile y presentación de todos los artistas.
Uno a uno, por parejas o en grupos, la “boca del tony, iba “vomitando”, en un derroche de trajes multicolores, lentejuelas y plumajes, una diáspora increíble de jóvenes promesas que mostrarían su destreza y alegría contagiosa, a su público serenense.
Las graderías rebosantes de amigos, familiares, curiosos, ex estudiantes, autoridades, público en general, fieles todos al Circo, que esperaban con ansiedad la llegada de agosto para ver el progreso de los números antiguos, el deslumbre de otros nuevos, la consagración de muchos. Gente de todas partes, que mezclaban su género, olvidándose de rencores y diferencias, soportando el frío en la plenitud del invierno o protegiéndose de la típica neblina o la insignificante llovizna que la carpa de estrellas, por supuesto, no los aislaba. Atrás quedaban las horas de espera en una fila interminable para que llegara el minuto de entrada al recinto para quedarse inmerso en ese mundo de ilusión y fantasía.
Y la fantasía comenzaba a hacerse presente cuando el tercer pitazo resonaba en todo el estadio, con él se acababan los preparativos y debían desaparecer los nervios y los rostros eran iluminados con una sonrisa mientras se deslizaban, llevados por el haz de luz de uno de los reflectores fabricados en uno de los propios talleres de la universidad, hasta la pista.
La voz profunda y grave del “Maestro de Ceremonia”, el legendario “Señor Corales”, iba disponiendo el ingreso, rodeando a la juvenil guaripola, las decenas de artistas venidos de todos los confines del mundo. Allí se mezclaban los embajadores del arte e ilusión de China, Japón, Lejano Oriente, alemanes, de los pirineos, los españoles, ingles, hindúes, Patagonia, brasileño, canadienses, rusos, italianos…y desde luego, de países desconocido y desclasificados, como el de “Mincha” o “Calerianos”, entre otros, y por supuesto, de algunas ciudades de Chile, los menos.
Era un arcoíris desplegado íntegramente en el pequeño espacio del “redondel” y entre aquella muestra de diversidad y fraternidad mundial, los payaso y tonys que se mezclaban entre todos, contagiando con sus trajes, rostros pintarrajeados, gestos, guiños y risas grotescas, llenado de alegría la sobriedad de aquel desfile de presentación en que los corazones de aquellas docenas de muchachos y chicas estudiantes todos, latían a un mismo ritmo, bajo los sones de la orquesta circense y por su Circo Minero.
Yo estaba mudo de la sorpresa, asombrado de tanta alegría y belleza, no pudiendo evitar la risa ante la caída aparatosa de uno de los payasos. Mi madre sólo me miraba, dejándome disfrutar el momento.
-¿Ves aquel grupo todo de blanco que resalta de las demás? –. Mientras, se inclinaba sobre mi hombro señalándome con su dedo un juvenil atleta que sonreía orgulloso, entre el grupo de artistas.
-Sí, si lo veo. ¿Quién es? ¿Debo conocerlo? -. Pregunté aunque el rostro me era ligeramente conocido, aunque no lograba identificar plenamente.
-¡Míralo con atención!...Eres tú dentro de diez años -. Guardó silencio esperando mi reacción.
-Mamá, pero si tu sabe que yo estoy inválido. ¿Cómo podría estar allí? -. Un leve escalofrío recorrió mi espalda.
-Hijo, la invalidez sólo está en la mente y tu lo estás porque escuchaste decir que lo estabas. Pues, ahora ya te has visto en tú futuro. ¡No te veo inválido! La ilusión, la fantasía, el deseo, creer en sí mismo y pensar en una meta, aunque parezca imposible o lejana, es lo que nos hace estar vivos.
-¿Tú crees que podrá algún día estar allí, en medio de esa fiesta estudiantil?
-¿Y tú, qué crees? Eso es lo que importa y no lo que yo creo o quiera, es lo que tú, tienes que querer.
Mientras el grupo de circenses saludaba con una venia al “respetable público” para comenzar a retirarse hacia la gran “boca del tony” que lo esperaba ansiosa, el público respiraba más tranquilo pues, por fin iban a disfrutar de una noche fantástica.
Nosotros nos comenzamos a alejar, como en una proyección, hasta que las luces del Circo sólo fueron un punto más en el universo de la ciudad.
Nunca supe si fue un sueño o una realidad fantástica, lo cierto es que al revisarme los médicos aquella mañana, vi reflejarse en sus rostros la incredulidad cuando, por cumplir su rutina, uno de ellos pinchó con una aguja la planta de mis pies y mis músculos reaccionaron instintivamente, manifestándolo con un ¡ay! el pequeño dolor.
Un par de lágrimas quemaron mis mejillas, busqué con mi vista la imagen de mi madre…nada, sólo un suave movimiento de las cortinas, pensé que pudo ser la brisa, no lo sé, pero desde aquel día fui progresando en la batalla contra la invalidez y hoy, exactamente diez años más tarde, escucho, como si fuera una alfombra de polvos de estrellas, el aplauso sincero de un público expectante que se deleita con asombro de las figuras, al límite de la prudencia, con que, con mis compañeros, hacemos sobre una escalera suspendida en las alturas, que gira sobre su eje bajo el control mesurado de nuestra destreza.


agm/mar/2010

domingo, 28 de agosto de 2016

CENA DE CELEBRACION DE LOS 65 AÑOS DE NUESTRO CIRCO MINERO




















Cena y baile para celebrar los 65 años de nuestro circo